El riesgo se refiere a eventos o circunstancias que causan problemas; Por lo tanto, la identificación del riesgo comienza con la atención a la fuente del riesgo. Una vez identificada la fuente, el siguiente paso es determinar si la exposición al riesgo puede dañar a los seres humanos o al medio ambiente, y si esa exposición justifica el control o la gestión del riesgo.
La cuestión de la exposición y la gestión de los riesgos es un reto. Las fuentes de exposición pueden variar, y los datos necesarios para caracterizar el riesgo suelen ser escasos. Sin embargo, aunque generalmente queremos evitar el riesgo, los riesgos están asociados con todo lo que hace una persona. En consecuencia, el riesgo solo puede gestionarse en la medida de lo posible. Un ejemplo de gestión de riesgos es determinar si el riesgo es lo suficientemente pequeño en comparación con los otros riesgos a los que estamos expuestos de forma regular. Si este es el caso, entonces debemos aceptar que sigue habiendo algún riesgo, pero es manejable.