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Las rocas volcánicas se forman cuando el magma, compuesto principalmente de silicatos y sílice, emerge a la superficie. El vulcanismo construye estructuras y crea formaciones, pero también aumenta la erosión en estos relieves y provoca fenómenos tectónicos que pueden destruir las áreas construidas y circundantes. Los aspectos destructivos del vulcanismo son una parte importante del vulcanismo y de su relevancia hidrogeológica. Los eventos volcánicos suelen ser rápidos a escala geológica y a veces violentos, generando lavas y tefra a partir de las erupciones, con distribución espacial variable. Esto da lugar a formaciones muy heterogéneas, cuyo comportamiento hidrogeológico puede ser complejo, y su comprensión requiere un buen conocimiento de los procesos geológicos y geoquímicos implicados. Los principios de la geología sedimentaria no son directamente aplicables.
Hidrogeológicamente, existen diferentes aspectos entre las formaciones volcánicas continentales y las de las pequeñas islas volcánicas (< 5000 km²). En el primero, las formaciones volcánicas pueden ser hidrogeológicamente dominantes o subordinadas y con importantes variaciones espaciales. En esta última, las formaciones volcánicas y sus derivados suelen ser dominantes, el relieve es clave, no hay redes de drenaje alóctonas y el nivel del mar es un condicionante.
Desde el punto de vista geoquímico, hay que distinguir entre los componentes principales de orden porcentual y los componentes menores o trazas. Hidrogeológicamente relevantes son aquellos elementos que pueden dar lugar a iones y compuestos solubles en aguas subterráneas o que facilitan su incorporación. Los componentes principales son Si, Al, Mg, Ca, Na, K, Fe (principalmente Fe-II) y P. En las rocas básicas, el Si está presente como silicato, mientras que en las rocas ácidas e intermedias forma sílice libre. El Mg y el Ca son más abundantes en las rocas básicas, mientras que el Na y el K están en las rocas ácidas. Estos cuatro elementos, junto con Li y Sr, pueden infiltrarse en el agua subterránea cuando la roca es alterada por entradas ácidas.